La vacunación en los animales de compañía: Parte II: El gato
¿Por qué vacunar a tu mascota?
Una de las cosas fundamentales que
debemos hacer para brindarle a nuestra mascota una larga y saludable
vida es asegurarnos de vacunarla contra las enfermedades más
frecuentes de su especie.
En las primeras semanas de vida, todos
los cachorros reciben de su madre, a través de la leche, anticuerpos
protectores frente a estas enfermedades, pero conforme se van
haciendo más mayores, estos anticuerpos desaparecen y debemos
proporcionarles la inmunidad adecuada mediante la vacunación
¿Cómo funcionan las vacunas?
Las vacunas contienen pequeñas
cantidades de virus, bacterias u otros organismos causantes de la
enfermedad modificados o muertos. Cuando son administradas estimulan
el sistema inmune del perro a producir células de defensa y
proteínas – o anticuerpos- para protegerle de la enfermedad.
¿Cuáles son las vacunas que debe recibir mi gato?
RABIA: Enfermedad producida por un virus que afecta al sistema nervioso central de casi todos los mamíferos, incluidos los humanos. Se disemina a través del contacto con la saliva de animales infectados por medio de mordiscos o cualquier herida en la piel. La vacuna proporciona a tu gato mayor resistencia a la rabia si es expuesto a la misma, pero si la contrae, no existe cura, siendo mortal al 100%. En algunas comunidades autónomas, la vacuna de rabia es OBLIGATORIA .
RINOTRAQUEÍTIS FELINA Y CALICIVIRUS: Estos dos agentes son responsables de
hasta el 90% de todos los casos de enfermedades respiratorias superiores
en gatos. Ambos virus se liberan en las secreciones oculares, nasales y
faríngeas de los gatos infectados. Estos organismos son transmitidos de
gato a gato directamente a través de macrogotas expelidas con los
estornudos, o indirectamente a través de fómites contaminados. La
enfermedad es autolimitante, sin embargo, los gatos infectados pueden
desarollar una enfermedad oculonasal crónica. La infección latente dura
toda la vida y puede ocurrir una
reactivación durante períodos de estrés o luego de la administración de
corticoides. La enfermedad
causada por estos virus puede ser severa, y a veces fatal, en gatitos. El riesgo a la exposición ante FHV-1 y FCV es alto, porque
ambos organismos están ampliamente distribuidos en la población felina.
La vacunación contra estas enfermedades está fuertemente recomendada para todos
los gatos.
PANLEUCOPENIA: Está causada por el Parvovirus Felino (FPV). Este
virus permanece infeccioso por meses o años en el ambiente y es
diseminado principalmente por la ruta fecal-oral. Los fómites (por ej.:
jaulas, platos de alimento, bandejas sanitarias) juegan un papel importante en la transmisión del organismo.
Los signos clínicos de la infección incluyen letargo, anorexia, vómitos,
diarrea, fiebre y profunda panleucopenia; la mortalidad es mayor en
animales susceptibles jóvenes. La infección in-útero con FPV es una
causa común de hipoplasia cerebelar. La vacunación contra FPV está altamente
recomendada en todos los gatos.
LEUCEMIA FELINA: Enfermedad muy grave en gatos. Para más información consultar el artículo sobre retrovirosis en este blog. Los signos clínicos de la infección con FeLV se relacionan
principalmente con neoplasias, anemias y enfermedades resultantes de la
inmunosupresión. Los gatitos son los más susceptibles a la infección; la
resistencia aumenta con la madurez.
El mayor riego lo tienen los gatos domésticos a los que se les permite
vagabundear libremente, los gatos callejeros y los gatos silvestres.
CLAMIDIOSIS FELINA: La Chlamydia psittaci es un patógeno bacteriano de la conjuntiva y
del tracto respiratorio de los gatos. La transmisión es por contacto
directo gato a gato; la transmisión por fómites es menos probable porque
el organismo es inestable en el ambiente. El signo clínico más común en
la conjuntivitis serosa, la que puede afectar inicialmente un sólo ojo.
Pueden desarrollarse estornudos o descarga nasal, pero generalmente son
leves. A causa de que los signos de enfermedad asociados a la infección con C.
psittaci son comparativamente leves y responden favorablemente al
tratamiento y la preocupación por la mayor incidencia de eventos
adversos que con otros productos, no se recomienda la vacunación
rutinaria contra C. psittaci.
¿Cómo se administran las vacunas de gato?
Aunque las vacunas sean polivalentes,
es decir, aunque produzcan inmunidad frente a varios agentes
infecciosos, los laboratorios las comercializan para que se
administren con una sola inyección. Eso si, se usa el mismo volumen
de inyección para un gatito de tres meses que para un Maine Coon de 8 kilos, es decir,
que la cantidad de vacuna no depende del peso del animal.
Como protocolo general se suele empezar
con la vacuna trivalente, que produce inmunidad contra rinotraqueítis, calicivirus y panleucopenia felina. A las tres o cuatro semanas
se pone la primera frente a Leucemia. De nuevo, a las tres o cuatro semanas se pone el recuerdo de ambas juntas. Después la revacunación puede ser cada año o cada dos años, según el estilo de vida del animal y el protocolo veterinario.
La vacuna de la rabia se pone por
separado o se puede unir a esta última vacuna.Los protocolos pueden variar según la comunidad autónoma o el criterio del veterinario.
¿Cuándo debo vacunar a mi gato?
La inmunidad que un gato recibe de la
leche de su madre empieza a disminuir a partir de las 8 semanas. Es
entonces cuando se recomienda comenzar la vacunación. Las primeras
vacunas necesitan un recordatorio cada tres o cuatro semanas para
garantizar que la inmunidad persiste, por lo que el veterinario nos
recomendará un calendario vacunal que se ajuste a las condiciones y
edad de nuestro animal.
Cada vacuna necesitará un recuerdo a
intervalos regulares durante toda la vida del animal. Es muy
importante no saltarse las revacunaciones, pues si pasa mucho tiempo
entre una vacuna y la siguiente, puede ser necesario volver a
comenzar la vacunación.
No todos los gatos necesitan revacunarse frente todas las enfermedades todos los años. El estilo de vida de tu animal y el riesgo de contagio frente a ciertas enfermedades, pueden hacer que tu veterinario te recomiende espaciar las vacunas más de un año.
¿La vacunación garantiza 100% que mi gato no padezca estas enfermedades?
Como cualquier otro tratamiento médico
o quirúrgico, la eficacia de la vacunación no puede ser garantizada al 100%. Sin
embargo, usada en conjunto con una nutrición adecuada y condiciones
sanitarias adecuadas, la vacunación es claramente la mejor defensa
para una mascota contra las enfermedades.
Además, considerando el coste que significaría en términos de dinero y de angustia el tratamiento de una enfermedad grave, o la alta posibilidad de muerte al contraer la leucemia, la prevención por medio de la vacunación es la solución óptima en términos de coste-beneficios.
Hay enfermedades, como la rinotraqueítis o el calicivirus, frente a las que la vacuna puede no proteger de contraer la infección, pero si evitar el desarrollo de síntomas graves de la enfermedad.
En gatos, en un estudio llevado a cabo en 496.189 animales, se describieron un total de 2.560 reacciones vacunales (51,6/10.000 gatos), y el riesgo se incrementaba en gatos mayores de 1 año y en castrados.
Dentro de las reacciones adversas a las vacunas, se describen clásicamente cuatro:
Las vacunas pueden generar normalmente reacciones de tipo inflamatorio pasajeras ya que se requiere un cierto grado de inflamación para inducir respuestas inmunitarias protectoras y eficaces. Las reacciones más frecuentes son las tumefacciones o inflamación en el punto de inoculación, que suelen aparecer al día siguiente de la vacunación y pueden durar hasta una semana.
Otras reacciones tóxicas “normales” son la aparición de cuadros de fiebre, letargia y anorexia que responden a la activación de los mecanismos de la inmunidad.
Inmunosupresión transitoria
Sorprendentemente, existen evidencias de que ciertas vacunas pueden producir cuadros de inmunosupresión transitoria, y en algunos animales, esta puede generar problemas como la aparición de una infección subclínica en el animal vacunado. Es por esto que no se debe vacunar a animales con signos de enfermedad, razón por la cual tu veterinario realiza una exploración física completa sobre el animal a vacunar, y si surgen dudas de que esté incubando una enfermedad, la vacunación se retrasa.
Por el mismo motivo no se suelen vacunar animales recién adquiridos, ya que el estrés en los animales debilita su sistema inmune y una vacuna puede llegar a disminuir éste aún más.
Hipersensibilidad inmunológica
Las vacunas pueden causar reacciones de hipersensibilidad de tipo I, II, III y IV que, aunque alguna de ellas infrecuentes, pueden ser realmente importantes. En este breve informe, nos ceñiremos exclusivamente a las reacciones de tipo I.
Hipersensiblidad de tipo I o alérgica
Pueden aparecer cuadros que pueden ir desde reacciones urticariales a angioedemas (edema facial, periorbitario, laríngeo, de vías respiratorias altas, etc.), o reacciones realmente graves como la anafilaxia.
Además, considerando el coste que significaría en términos de dinero y de angustia el tratamiento de una enfermedad grave, o la alta posibilidad de muerte al contraer la leucemia, la prevención por medio de la vacunación es la solución óptima en términos de coste-beneficios.
Hay enfermedades, como la rinotraqueítis o el calicivirus, frente a las que la vacuna puede no proteger de contraer la infección, pero si evitar el desarrollo de síntomas graves de la enfermedad.
¿La vacunación es 100% segura para mi animal?
No. Todas las vacunas, igual que todos los medicamentos, tienen sus contraindicaciones y efectos adversos. Un animal puede reaccionar de manera exagerada a los componentes de la vacunación y tener una reacción alérgica. Esta reacción puede ser tan exacerbada que puede llevar a la muerte del animal. Por suerte, el porcentaje de estas reacciones que se producen hoy en dia por la vacunación de los animales de compañia en medios sanitariamente controlados, es muy bajo, menor del 0.01%, por lo que el riesgo es muy bajo.En gatos, en un estudio llevado a cabo en 496.189 animales, se describieron un total de 2.560 reacciones vacunales (51,6/10.000 gatos), y el riesgo se incrementaba en gatos mayores de 1 año y en castrados.
Dentro de las reacciones adversas a las vacunas, se describen clásicamente cuatro:
- Reacciones de toxicidad “normal”.
- Reacciones de inmunosupresión transitoria.
- Reacciones de hipersensibilidad inmunitaria.
- Producción de sarcomas de inoculación en gatos.
Las vacunas pueden generar normalmente reacciones de tipo inflamatorio pasajeras ya que se requiere un cierto grado de inflamación para inducir respuestas inmunitarias protectoras y eficaces. Las reacciones más frecuentes son las tumefacciones o inflamación en el punto de inoculación, que suelen aparecer al día siguiente de la vacunación y pueden durar hasta una semana.
Otras reacciones tóxicas “normales” son la aparición de cuadros de fiebre, letargia y anorexia que responden a la activación de los mecanismos de la inmunidad.
Inmunosupresión transitoria
Sorprendentemente, existen evidencias de que ciertas vacunas pueden producir cuadros de inmunosupresión transitoria, y en algunos animales, esta puede generar problemas como la aparición de una infección subclínica en el animal vacunado. Es por esto que no se debe vacunar a animales con signos de enfermedad, razón por la cual tu veterinario realiza una exploración física completa sobre el animal a vacunar, y si surgen dudas de que esté incubando una enfermedad, la vacunación se retrasa.
Por el mismo motivo no se suelen vacunar animales recién adquiridos, ya que el estrés en los animales debilita su sistema inmune y una vacuna puede llegar a disminuir éste aún más.
Hipersensibilidad inmunológica
Las vacunas pueden causar reacciones de hipersensibilidad de tipo I, II, III y IV que, aunque alguna de ellas infrecuentes, pueden ser realmente importantes. En este breve informe, nos ceñiremos exclusivamente a las reacciones de tipo I.
Hipersensiblidad de tipo I o alérgica
Pueden aparecer cuadros que pueden ir desde reacciones urticariales a angioedemas (edema facial, periorbitario, laríngeo, de vías respiratorias altas, etc.), o reacciones realmente graves como la anafilaxia.
En los gatos, el principal órgano afectado por una anfilaxia
es el pulmón con desarrollo de cuadros disneicos graves,
hipersalivación, vómitos, incoordinación, colapso y muerte.
Desde el Centre Veterinari Bitxos esperamos que esta información te resulte útil. Si tu gato necesita atención veterinaria puedes pedir una cita en el 961131539, estaremos encantados de atenderos.
Fuente de datos sobre estudios vacunales: Argos
Fuente de datos sobre enfermedades felinas; Informe de la Asociación Americana de Especialistas en Felinos y del Consejo Consultivo sobre Vacunas Felinas de la Academia de Medicina Felina.
Desde el Centre Veterinari Bitxos esperamos que esta información te resulte útil. Si tu gato necesita atención veterinaria puedes pedir una cita en el 961131539, estaremos encantados de atenderos.
Fuente de datos sobre estudios vacunales: Argos
Fuente de datos sobre enfermedades felinas; Informe de la Asociación Americana de Especialistas en Felinos y del Consejo Consultivo sobre Vacunas Felinas de la Academia de Medicina Felina.
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